Un páncreas artificial, también conocido como sistema automatizado de administración de insulina (AID, por sus siglas en inglés), sistema híbrido de circuito cerrado o páncreas biónico, está diseñado para imitar el trabajo de un páncreas sano, de manera que pueda evitar que los niveles de azúcar en sangre aumenten demasiado.

Este controla de forma automática y frecuente los niveles de azúcar en sangre tanto en el día como en la noche. Dependiendo de las lecturas del nivel de azúcar en sangre, el sistema de páncreas artificial ajustará y administrará dosis de insulina mediante una bomba de insulina para reducir los niveles de azúcar en sangre y llevarlos a un rango saludable.

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Específicamente, un páncreas artificial se compone de tres dispositivos:

  • Monitor continuo de glucosa (MCG): controla los niveles de glucosa en sangre cada pocos minutos mediante un pequeño sensor insertado debajo de la piel. El MCG envía las lecturas del nivel de glucosa en sangre a un programa instalado en un teléfono inteligente o bomba de insulina.
  • Controlador, o programa de computadora: toma las lecturas de glucosa en sangre y utiliza un algoritmo (conjunto de reglas y operaciones de resolución de problemas) para calcular cuánta insulina se requiere para que los niveles de azúcar en sangre vuelvan al rango objetivo. Envía esta información a la bomba de insulina.
  • Bomba de infusión de insulina: se ajusta y administra pequeñas dosis de insulina a lo largo del día en respuesta a los niveles de azúcar en sangre.

 

Fuente: Very Well Health