dia-mundial-esclerosis-multiple-iEste 2014, el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple se conmemorará el próximo 28 de mayo y en el marco de este día, vale la pena recordar que hay mucho por hacer para ayudar a las personas que padecen esta enfermedad, a mantener un nivel óptimo en su vida diaria.

La Esclerosis Múltiple (EM) es un padecimiento crónico del Sistema Nervioso Central que ataca la vaina de mielina, una capa aislante compuesta de proteínas y sustancias grasas que rodea y protege las fibras nerviosas a través de las cuales se transmiten las sensaciones al cerebro y a la médula espinal.

En las áreas en las que se destruye la mielina aparecen placas de tejido cicatricial endurecido y como consecuencia, los impulsos nerviosos que pasan por esos lugares se interrumpen y distorsionan o, en ocasiones, quedan totalmente bloqueados.

El resultado es la EM; esclerosis porque se forman parches endurecidos y múltiple porque afecta varias áreas.

Quienes sufren de esta enfermedad tienen numerosos síntomas que por lo regular aparecen de forma simultánea y pueden ir desde signos leves hasta severos.

Entre ellos pueden mencionarse el cansancio, hormigueo, trastornos en la sensibilidad, alteraciones del equilibrio, temblor involuntario, rigidez, debilidad en las extremidades y alteraciones en la vista. Cambios en las funciones mentales como olvidos o confusión pueden también presentarse como parte de este padecimiento.

Es importante señalar que incluso en la misma persona las señales de la enfermedad pueden variar; sin embargo, en términos generales, la EM se caracteriza por periodos activos, llamados exacerbaciones, y periodos libres de síntomas, conocidos como remisiones.

Debido a que la afectación sucede de manera distinta, resulta complicado realizar generalizaciones sobre el grado de incapacidad que la EM puede provocar. Las estadísticas, sin embargo, señalan que dos de cada tres personas pueden llevar una vida independiente.

Aunque puede afectar a cualquier individuo, comúnmente se presenta en adultos jóvenes (entre la segunda y tercera década de vida) y es más frecuente en mujeres.

Asimismo, por lo regular, se encuentra en personas que viven en climas fríos; los investigadores no entienden este fenómeno, pero algunos estudios sugieren que el lugar de nacimiento y el lugar donde se vivió los primeros 15 años son factores de predisposición importantes.

La EM no es contagiosa y aunque algunas investigaciones sugieren que ciertos factores genéticos pueden hacer a las personas más susceptibles a presentarla, no existe evidencia de que se herede directamente.

Diagnosticarla es complicado debido a que los síntomas tempranos pueden ser inespecíficos o debido a que otras enfermedades del Sistema Nervioso Central tienen algunos signos similares. En todo caso, avances recientes en imagenología del cerebro están ayudando; no obstante, pueden pasar meses, o años antes de tener un diagnóstico definitivo.

Aunque aún no se puede curar este padecimiento, en la actualidad existen medicamentos que ofrecen alivio sintomático tanto para los brotes agudos como para las formas crónicas de la enfermedad. De igual forma, hay otras alternativas que pueden ayudar, como la modificación conductual del estrés, la terapia física, la dieta y el descanso.

Todo esto es extremadamente valioso para ayudar a una persona a mantener una vida independiente, plena y productiva; de igual manera, es importante mantenerse en contacto con el médico para que pueda indicar exactamente lo que se puede hacer.

Vía: Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía