El acné es una condición muy temida, especialmente por los adolescentes, quienes enfrentan mayor predisposición a sufrir este tipo de daños en la piel. De acuerdo con especialistas, los «granitos» pueden provocar inseguridad y estrés en los afectados, situación que se convierte en un círculo vicioso, debido a que el estrés suele desencadenar brotes, así como empeorar problemas cutáneos existentes.
Si bien el estrés por sí solo no causa daños en la piel —al intervenir otros factores, como la edad, las hormonas, las bacterias, entre otros problemas de salud—, una nueva evidencia publicada en Jama Dermatology asegura que el acné está relacionado con este tipo de tensión.
A decir de Adam Friedman, profesor asociado en la Universidad George Washington y coautor del estudio, existe una hormona relacionada con el estrés llamada CRH, u hormona liberadora de corticotropina, la cual se une a los receptores en las glándulas sebáceas de la piel. Esto provoca un aumento en la producción de aceite y el riesgo de granos y espinillas.
«Sabemos que cuando las personas están estresadas, hay un aumento en la señalización nerviosa que causa picazón. Eso hace que las personas se rasquen, lo que puede crear aún más hinchazón y enrojecimiento», dijo Friedman.
Otros factores relacionados con el estrés pueden promover brotes de acné, por ejemplo:
- Sentirse agotado.
- Dormir mal.
- Consumir alimentos poco saludables (como lácteos enteros, alimentos ricos en carbohidratos y grasas).
- Abandonar las rutinas habituales de cuidado de la piel.
- Fumar.
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Recomendaciones
Para reducir el riesgo —y aumentar el bienestar físico y mental—, es importante optar por técnicas de reducción del estrés, ya sea practicar meditación, ejercicio, tai chi o yoga. En el área de trabajo, deben organizarse los espacios, tanto reales como virtuales; sin olvidar seguir regímenes equilibrados de alimentación, sueño y cuidado de la piel.
Vía: Hola Doctor
