Si tienes trombosis venosa profunda (TVP), es importante que te la diagnostiquen de inmediato antes de que se convierta en una embolia pulmonar (EP). Una vez que una EP bloquea una arteria en el pulmón, todo el flujo sanguíneo se reduce o se detiene por completo, lo que puede ocasionar una muerte súbita.

Lo más probable es que tu proveedor de atención médica realice una ecografía de compresión, pero también se pueden utilizar otras pruebas, como un venograma, una tomografía computarizada o una prueba de dímero D, para diagnosticar la TVP. A través de una ecografía de compresión, tu médico puede observar y detectar el coágulo de sangre coágulo, así como la obstrucción del flujo sanguíneo en la vena.

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Si tu proveedor de atención médica confirma un diagnóstico de TVP, el primer tratamiento suele ser el uso anticoagulantes. Cabe destacar que los anticoagulantes no rompen los coágulos existentes, pero actúan para prevenir una mayor coagulación de la sangre en las venas y reducir las posibilidades de desarrollar una EP. Existen anticoagulantes inyectables y en pastillas.

Si desarrollas una EP y te detectan un coágulo grande, quizás te receten terapia trombolítica (medicamento para destruir coágulos). Estos medicamentos se administran por vía intravenosa o mediante un catéter inyectado directamente en el coágulo. Los medicamentos anticoagulantes suelen reservarse para casos de emergencia debido al riesgo de hemorragia grave.

 

Fuente: Very Well Health