Las enfermedades del corazón son una de las mayores amenazas a la salud integral que enfrenta la humanidad. La buena noticia es que un gran porcentaje de los problemas cardíacos pueden combatirse e incluso prevenirse adoptando un estilo de vida saludable.

Una reciente investigación europea encontró que, en los adultos jóvenes, el estilo de vida podría ser más importante que los genes cuando se trata de prevenir la enfermedad cardíaca precoz.

El estudio encontró que, en un buen porcentaje de adultos jóvenes, mantener un estilo de vida poco saludable es un factor de riesgo más importante que la genética cuando se trata de enfermedad cardíaca.

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La genética es un factor contribuyente importante a la enfermedad cardíaca prematura, pero no se debe usar como una excusa para decir que es inevitable”, indicó el doctor Joao Sousa, cardiólogo en el Hospital Central de Funchal, en Portugal.

Estilo de vida vs. genética

Para llegar a esta conclusión, los investigadores evaluaron cinco factores del estilo de vida que han sido asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca: inactividad física, fumar, hipertensión, diabetes y colesterol alto.

Los hallazgos indicaron que la influencia de la genética de las personas estudiadas se redujo a medida que la cantidad de factores de estilo de vida modificables aumentaba.

De acuerdo con los investigadores, los buenos hábitos de salud deben formar una parte clave de los esfuerzos de prevención para enfermedades del corazón, incluso en personas que cuentan con antecedentes familiares de enfermedad cardíaca precoz.

“Con frecuencia oímos a los pacientes jóvenes con enfermedad cardíaca prematura ‘buscar refugio’ y explicaciones en su genética o antecedentes familiares. Pero cuando observamos los datos en nuestro estudio, esos pacientes jóvenes eran fumadores frecuentes, físicamente inactivos, con niveles altos de colesterol e hipertensión. Todo esto se puede cambiar”, compartió Sousa.

El especialista aseguró que los resultados del estudio proveen evidencias fuertes de que las personas con antecedentes familiares de enfermedad cardíaca precoz deben adoptar un estilo de vida saludable.

Sousa indicó que esto significa “dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad, comer una dieta saludable, así como revisar los niveles de presión arterial y colesterol”.

 

Vía: Health Day News