La enfermedad arterial periférica (EAP) se presenta cuando hay un estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón, así lo señala la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La causa principal de la EAP es la aterosclerosis. Esta se presenta cuando se acumula placa en las paredes de las arterias que suministran sangre a los brazos y las piernas. La placa es una sustancia compuesta de grasa y colesterol, la cual provoca que las arterias se estrechen o se bloqueen. Esto puede reducir o detener el flujo sanguíneo, generalmente hacia las piernas. Si es lo suficientemente grave, el bloqueo del flujo puede ocasionar la muerte del tejido y, en ocasiones, la amputación del pie o la pierna.

El principal factor de riesgo de la EAP es el tabaquismo. Otros factores incluyen la edad avanzada y enfermedades como la diabetes, el colesterol elevado en sangre, la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas y los eventos cerebrovasculares.

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Muchas personas que padecen EAP no muestran ningún síntoma. Si manifiestas síntomas, pueden incluir los siguientes:

  1. Dolor, entumecimiento, malestar o pesadez en los músculos de las piernas. Esto sucede al caminar o subir escaleras.
  2. Pulsos débiles o ausentes en las piernas o los pies.
  3. Llagas o heridas en los dedos de los pies, los pies o las piernas que sanan lentamente, de forma incorrecta o que no sanan en absoluto.
  4. Un color pálido o azulado en la piel.
  5. Una temperatura más baja en una pierna que en la otra.
  6. Crecimiento deficiente de las uñas en los dedos de los pies y disminución del crecimiento del vello en las piernas.
  7. Disfunción eréctil, especialmente entre los hombres que tienen diabetes.

RECUERDA: La EAP puede aumentar tu riesgo de ataque cardíaco, evento cerebrovascular y ataque isquémico transitorio.

Los médicos diagnostican la EAP con un examen físico y pruebas del corazón, así como con estudios de imágenes. Los tratamientos incluyen cambios en el estilo de vida, medicamentos y, en ocasiones, cirugía. Realizar cambios en el estilo de vida es sustancial, como por ejemplo cambios en la dieta, practicar ejercicio y realizar esfuerzos para reducir los niveles altos de colesterol y presión arterial.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine