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Mantenerte activo(a) es parte de un estilo de vida saludable para el corazón. Asimismo, puede ayudarte a evitar que la enfermedad arterial periférica (EAP) empeore. La actividad física regular permite controlar la presión arterial alta y el colesterol, lo que a su vez ayuda a controlar la EAP y a reducir tu riesgo de ataque cardíaco y evento vascular cerebral.

Habla con tu médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Si tienes algún síntoma de dolor en el pecho, dificultad para respirar o aturdimiento durante la actividad física, infórmaselo a tu médico antes de continuar con tu programa de ejercicios.

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Ejercicio y cómo ayuda a aliviar la claudicación intermitente

Los programas de ejercicios especializados pueden ayudar a aliviar el dolor en las piernas que se produce con el ejercicio (llamado claudicación intermitente) en algunas personas que tienen EAP. Si te es difícil caminar debido a tus síntomas, dichos programas también pueden ayudarte a caminar más fácilmente.

Tu médico puede recomendarte un programa de ejercicio supervisado. Trabajarás con un terapeuta en una instalación de ejercicios, como un centro de rehabilitación. En una sesión de actividad física, caminarás hasta que comience el dolor, luego descansarás hasta que desaparezca antes de continuar. Tu terapeuta puede pedirte que intentes caminar un poco más cada día antes de descansar. No intentes caminar aguantándote el dolor. El objetivo es aumentar la cantidad de tiempo que puedes hacer ejercicio antes de que comience a dolerte.

Puedes comenzar un programa de caminata similar en casa (con la aprobación de tu médico). Este tipo de programa no está supervisado, y mediante él recibirás instrucciones y orientación de un profesional de la salud. También suele denominarse programa estructurado de ejercicios en el hogar.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health