El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, por lo que resulta comprensivo que existan pocos motivos que desalienten a una persona a renunciar a su dosis diaria. Sin embargo, una reciente investigación desaconseja su consumo a quienes tienen problemas de ansiedad.

Si una persona siente ansiedad en exceso o tiene problemas para controlarla, la mejor idea es que renuncie a sus dos tazas diarias de café, indicó la doctora Julie Radico, psicóloga clínica de Penn State Health, en Estados Unidos.

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Aunque a algunas personas la cafeína les puede ayudar con sus niveles concentración y les ofrece un aumento en la energía, puede provocar problemas en aquellos que tienen un trastorno de ansiedad generalizada, señaló.

No excederse, la clave

El secreto está en beber café según las recomendaciones estándar, sugirió la especialista. “La cafeína no es el enemigo. Animo a las personas a conocer los límites sanos y a consumirla de forma estratégica, porque activa o puede imitar o exacerbar los síntomas de ansiedad”, expuso.

Los niveles saludables de cafeína se encuentran en el rango de 50 a 200 miligramos (mg) diarios, enfatizó Radico. Consumir más de 400 mg a la vez podría conducir a sentirse excesivamente estimulado y ansioso, y causar síntomas como un corazón acelerado, náuseas o dolor abdominal, advirtió

Se calcula que una taza promedio de café hecho en casa tiene aproximadamente unos 100 mg, en comparación con 250 mg de un café grande de las cafeterías comerciales y hasta 400 mg en las bebidas energéticas.

Las personas tampoco se deben olvidar de sumar los miligramos de cafeína presentes en los refrescos y algunos complementos de vitaminas. Estos productos “también contienen cafeína, pero muchas personas no piensan en revisar las etiquetas”, anotó.

 

Vía: Health Day News