En contraste con lo que ocurre con la mujer, en el hombre no se genera una interrupción brusca de la función de las gónadas, sino que es una baja progresiva que puede producirse en décadas. Asimismo, no se da de manera completa, por lo que un hombre podría ser padre a los 70 u 80 años.
Sin embargo, ambos estados se caracterizan por un descenso en los niveles hormonales: la testosterona en el varón y el estrógeno en la mujer.
Cecilia Verdugo Salgado, endocrinóloga, explicó que la reducción gradual de la testosterona se da desde los 40 años de edad. Sin embargo, la disminución de los niveles de la hormona masculina, en varias ocasiones queda dentro de los rangos normales.
Sobre la testosterona
La testosterona es una hormona que tiene varios efectos en el organismo del hombre, ya sean síquicos o físicos. Se genera mayormente en los testículos y, en menor medida, en las glándulas suprarrenales. Para el hombre, representa lo que es el estrógeno para el género femenino.
Contribuye a formar músculos y huesos, así como es primordial para el surgimiento de características masculinas como la voz ronca y el vello facial, así como en la conducta sexual normal.
Por otra parte, incide en distintas actividades metabólicas, como la sensibilidad a la insulina, distribución de grasa corporal y el metabolismo de los lípidos. Por último, fomenta la producción de glóbulos rojos en la médula ósea y el crecimiento de la próstata.
Cambios hormonales masculinos
Al avanzar la edad y hay menos cantidad de testosterona, ocurren algunos síntomas que podrían indicar la presencia de la andropausia. Entre estas manifestaciones, tenemos:
Cambios conductuales, psicológicos y emocionales. El hombre puede tornarse desanimado o pesimista.
- Caída en el interés sexual y problemas de erección.
- Pérdida de fuerza y masa muscular.
- Menos agilidad y resistencia física, así como fatiga habitual.
- Menos capacidad de concentración.
- Incremento de la grasa corporal, acumulándose en el abdomen.
- Proceso de descalcificación ósea.
Sin embargo, en los varones hay una gran variabilidad en los niveles hormonales, de modo que no todos tendrán los mismos síntomas ni en el mismo grado.
