Muchos estudios han demostrado que un matrimonio estable y feliz es bueno para la salud de ambos cónyuges, lo que a su vez aumenta la longevidad de la pareja. Pero, ¿sabías que también existe un vínculo entre la felicidad de un cónyuge y la salud del otro?

Sobre la base de la idea de que una persona feliz es a menudo una persona sana, investigadores de la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad de Chicago exploraron si tener una perspectiva feliz podría afectar positivamente las relaciones de pareja. Tras estudiar a casi 2,000 parejas, los expertos descubrieron que las personas con un cónyuge feliz tienen más probabilidades de reportar una mejor salud con el tiempo, más allá de su propia felicidad.

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Puede ser que un cónyuge feliz ofrezca a su pareja más cambios en el estilo de vida que uno infeliz, pues a menudo se centra más en sus propias necesidades. Una pareja feliz, especialmente una que lleva un estilo de vida saludable que incluye ejercicio regular y elecciones inteligentes de alimentos, probablemente motivará más a su cónyuge a seguir su ejemplo y se volverá más saludable en el proceso. Además, es probable que un cónyuge feliz imponga menos demandas a su pareja, lo que reduce la probabilidad de comportamientos poco saludables como beber alcohol.

Entonces, ¿cómo puedes crear un ambiente más feliz dentro de tu relación? Es más fácil de lo que piensas. Mostrar afecto fomenta sentimientos de bienestar. Esto es, da demostraciones físicas, como besos, abrazos y tomar a tu cónyuge de la mano mientras se sientan o caminan; así como verbales, como un simple pero sincero cumplido. ¿Y quién no responde positivamente al escuchar esas dos simples (no tan simples) palabras, «Te amo»?

 

Vía: Health Day News