Un antojo de comida es un deseo intenso por un alimento específico. Dicho deseo puede parecer incontrolable y hacer que una persona tenga antojos de alimentos que suelen ser poco saludables.

Las personas pueden experimentar antojos de alimentos aparentemente de la nada, o pueden estar relacionados con ver, oler o escuchar sobre un alimento específico. Por ejemplo, ver un anuncio de chocolate puede desencadenar un antojo por este alimento.

Las regiones del cerebro responsables de la memoria, el placer y la recompensa juegan un papel en los antojos de comida. Un desequilibrio de hormonas, como la leptina y la serotonina, también podría provocar antojos de alimentos.

Cabe agregar que los antojos también involucran los centros de apetito del cerebro, aunque tienden a estar separados del hambre.

Varios factores pueden afectar los antojos de comida de una persona. En las mujeres cuando menstrúan, las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual pueden propiciar antojos de alimentos.

Conoce más: ¿Cómo controlar los antojos ligados a las emociones?

Asimismo, las mujeres pueden experimentar antojos especialmente fuertes durante el embarazo debido a los cambios hormonales. Además, una persona puede experimentar pica, que es un antojo de artículos que no son alimentos, como gis, tierra, monedas o trocitos de hielo.

Las emociones también pueden contribuir a los antojos de comida, como en los casos en donde se come por preocupación, tristeza o enojo. También es posible que algunos antojos de alimentos estén relacionados con alimentos específicos porque el cuerpo requiere nutrientes particulares.

Existen dos tipos de antojos de alimentos: selectivos y no selectivos.

Los antojos selectivos son antojos de alimentos concretos, como la barra de chocolate favorita de una persona, una hamburguesa en particular de su restaurante favorito o una bolsa de papas fritas de cierto sabor.

Los antojos no selectivos son aquellas que desencadenan el deseo de comer cualquier cosa. Puede ser el resultado de hambre real y dolores de hambre, pero también puede ser un signo de sed. Beber agua puede ayudar con los antojos no selectivos intensos.

 

Fuente: Medical News Today