En esta temporada de frío, las sopas y los caldos resultan una buena alternativa para mantener el cuerpo caliente. Si bien existe una gran variedad de opciones, algunos platillos no son tan saludables como piensas. De acuerdo con Kathy McManus, especialista en nutrición afiliada a Harvard, «hay que tener cuidado con los ingredientes y lo que se hace con ellos».

En este sentido, la preparación es clave al momento de conseguir una sopa saludable y nutritiva. Antes de preparar tus alimentos, toma en cuenta los siguientes puntos.

  1. Grasas saturadas. Sabemos que el cuerpo necesita grasas para funcionar correctamente, pero debes aprender a elegir las correctas —saludables—. Cualquier sopa con una base de crema contiene grasas saturadas no saludables. Recuerda que demasiada grasa saturada en la dieta propicia el aumento del colesterol y causa bloqueos en las arterias.
  2. Sodio. Si bien es común utilizar condimentos para mejorar el sabor de los alimentos, el consumo excesivo de sodio puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial. Las sopas enlatadas suelen contener altas cantidades de este ingrediente. De hecho, existen variedades enlatadas que tienen más de la mitad del límite diario de sodio recomendado por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés). 
  3. Azúcar. Es posible encontrar azúcar en algunas sopas de verduras enlatadas. Por ejemplo, un envase de una clásica sopa de tomate contiene jarabe de maíz con alto contenido en fructosa, que contribuye a un total de 20 gramos de azúcar. La AHA recomienda limitar los azúcares agregados a no más de 24 gramos por día para mujeres y 36 gramos para hombres.
  4. Calorías. Cuando se busca perder peso, expertos en nutrición suelen recomendar los caldos y las sopas. Esto se debe a que la mayoría de ellas son más bajas en calorías que otras opciones de entrada. Lamentablemente, el beneficio se pierde cuando se acompaña con otros ingredientes, como queso, crutones o un pedazo de pan. Además, recuerda que es importante que el caldo sea natural.
  5. Nutrientes. Para aumentar la potencia de los nutrientes y la fibra, es importante agregar tantas verduras como sea posible, como pimientos, espárragos, brócoli, espinacas y zanahorias. «Haz una comida completa con proteínas agregando lentejas o frijoles, pescado, carne de res extra magra, pavo o pollo», aconsejó McManus.

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Evita comprar sopas enlatadas, si necesitas comprar alguna, o algún otro producto, revisa la etiqueta nutricional. Considera que por más saludable que parezca, se trata de un alimento procesado con conservadores. Si no estás seguro de qué tan nutritivas pueden llegar a ser, prepáralas en casa.

 

Vía: Hola Doctor