Es común que los peores antojos de comida aparezcan cuando te encuentras mal emocionalmente. De hecho, comer de esta forma puede sabotear tus esfuerzos para perder peso y mantenerte saludable, de acuerdo con expertos en salud de Mayo Clinic.

La buena noticia es que existen medidas que puedes adoptar para recuperar el control de tus hábitos alimenticios y volver a encaminar tus objetivos de pérdida de peso.

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¿Cómo empezar?

Para ayudar a evitar la alimentación emocional, prueba estos consejos:

  • Lleva un diario de comidas. Anota lo que comes, cuánto comes, cuándo comes, cómo te sientes cuando comes y cuánta hambre tienes. 
  • Domina el estrés. Si el estrés contribuye a la alimentación emocional, prueba con técnicas de control del estrés, como el yoga, la meditación o la respiración profunda.
  • Hazte un chequeo de la realidad del hambre. Si comiste hace solo unas horas y el estómago no te hace ruido, es probable que no tengas hambre. Dale tiempo al antojo hasta que pase.
  • Busca apoyo. Eres más propenso a caer en la alimentación emocional si careces de una buena red de apoyo. Apóyate en tu familia y amigos.
  • Lucha contra el aburrimiento. En lugar de comer bocadillos cuando no tienes hambre, distráete y opta por un comportamiento más saludable. 
  • Elimina la tentación. No guardes alimentos reconfortantes y tentadores en tu casa. 
  • Come bocadillos saludables. Si sientes la necesidad de comer entre comidas, elige un bocadillo saludable, como frutas frescas.
  • Aprende de los errores. Si tienes un episodio de alimentación emocional, perdónate y comienza de nuevo al día siguiente. Trata de aprender de la experiencia y haz un plan para prevenirla en el futuro.

Si probaste opciones de autoayuda, pero todavía no puedes controlar el hábito de comer por factores emocionales, considera acudir a terapia con un profesional de la salud mental.

 

Fuente: Mayo Clinic