En México, el índice de malnutrición en niños y adolescentes ha aumentado debido a los malos hábitos alimenticios, así como a la inactividad física. La situación es grave. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016, casi 4 de cada 10 adolescentes presenta sobrepeso u obesidad.
Desafortunadamente, se trata de un problema que radica desde la infancia. A decir de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños con obesidad y sobrepeso tienden a seguir con el problema durante la edad adulta, lo que aumenta sus probabilidades de padecer enfermedades crónicas, como diabetes y males cardiovasculares.
El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son prevenibles. Dentro de las recomendaciones generales destacan las siguientes.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Reducir la ingesta total de grasas saturadas y azúcares.
- Mantener un buen nivel de actividad física para controlar el peso —un mínimo de 60 minutos diarios—.
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Amigos y ejercicio
A decir de Sarah-Jeanne Salvy, profesora asociada en la división de medicina preventiva de la Universidad de Alabama, los adolescentes con amigos suelen ser más activos, debido a que la compañía y los grupos funcionan como un “catalizador” que aumenta el nivel de actividad física.
«Se pueden construir hermosos parques y centros, pero si los niños no tienen amigos con quienes jugar, esos centros no serán suficiente para aumentar su actividad física», aseguró.
Ahora ya lo sabes, la implicación de un amigo se asocia con una disminución en las barreras percibidas a la hora de hacer deporte, como la falta de interés, energía y habilidades. Pregunta a tus hijos qué actividad quieren realizar y busca espacios recreativos acorde a sus necesidades.
Vía: OMS/ Health Day/ ENSANUT
