Vivimos en una sociedad que, lamentablemente, cada vez más tiende al sedentarismo, a realizar diversas acciones sin apenas esfuerzo físico alguno. Si bien este comportamiento puede ser benéfico en algunos aspectos, en otros no lo es tanto, como en la salud integral.

Esta tendencia se acentúa conforme cumplimos más años y llegamos a la adultez mayor, en donde la actividad física es casi nula. Esto puede propiciar un gran número de problemas a la salud. No obstante, algo tan sencillo como las tareas domésticas podrían ser la solución.

Si bien las labores del hogar siempre han sido algo poco placentero de llevar a cabo, un reciente estudio encontró que realizarlas puede ser un factor clave para beneficiar la salud.

Hacer algo es mejor que no hacer nada, incluso cuando no se llega a los niveles de actividad física recomendados por las directrices”, indicó Michael LaMonte, autor líder del estudio y profesor asociado de investigación en epidemiología y salud ambiental, en la Universidad de Buffalo, Estados Unidos.

LaMonte explicó que, aunque el estudio se enfocó en mujeres mayores, los resultados aplican para mujeres más jóvenes y para los hombres.

De acuerdo con el experto, los resultados de su estudio realizado en mujeres mayores (de entre 63 y 99 años de edad), apuntan a que realizar actividades cotidianas sencillas, como lavar los platos o doblar la ropa, podría ayudar a vivir más tiempo.

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Es importante hacer que la actividad física forme parte de su vida cuando se es más joven, de forma que sea más probable que permanezca activo mientras envejece”, señalaron los investigadores.

Durante el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada Journal of the American Geriatrics Society, LaMonte y su equipo de investigación observaron que las mujeres mayores que realizaban 30 minutos de actividad física leve cada día tenían un riesgo 12% más bajo de muerte que las mujeres inactivas.

Por actividad física leve los investigadores incluyeron tareas regulares como doblar la ropa, barrer el piso o lavar las ventanas.

Asimismo, el riesgo de morir fue un 39% más bajo entre las mujeres mayores que hacían 30 minutos de actividad física entre moderada y vigorosa cada día. La actividad de moderada a vigorosa incluía caminar a paso rápido o pasear en bicicleta, detallaron los investigadores.

 

Vía: Medline Plus