La rosácea a menudo se confunde con el acné, y la afección, que generalmente comienza después de los 30 años, suele agravarse durante la menopausia, así lo indica Suzanne Olbricht, profesora asociada de dermatología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

La rosácea es una afección común de la piel que afecta a unos 16 millones de personas en Estados Unidos. Esta se desarrolla con mayor frecuencia en personas de piel clara que se sonrojan fácilmente. A veces, la rosácea se confunde con quemaduras solares, con una tez naturalmente rubicunda o incluso con una reacción alérgica. Esta produce una serie de problemas en la piel, e incluyen los siguientes:

  1. Pústulas y granos similares al acné.
  2. Un enrojecimiento permanente de la piel.
  3. Vasos sanguíneos dilatados que forman líneas rojas de araña llamadas telangiectasias o arañas vasculares.
  4. Bordes con picazón alrededor de los ojos, una condición que generalmente se confunde con alergias.

«A algunas personas les salen granos sin enrojecimiento. A otras solo les manifiesta el enrojecimiento», apuntó Olbricht. «También puede presentarse únicamente alrededor de los ojos».

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Consideraciones importantes

No está muy claro qué ocasiona la rosácea. Las teorías van desde factores genéticos hasta problemas con el sistema inmunológico, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos de la cara, así como la presencia de microbios particulares en la piel. Lo que se sabe es que ciertos desencadenantes pueden empeorar la rosácea, incluyendo la exposición al sol y al calor, el viento, las comidas picantes y los productos para el cuidado de la piel agresivos.

Un dermatólogo generalmente puede diagnosticar la rosácea según el historial de síntomas de la persona y un examen de la piel. Hasta el momento, no existe una prueba de diagnóstico para la rosácea.

 

Vía: Harvard Medical School