Aunque la demencia y el Alzheimer se vinculan con componentes genéticos, se ha demostrado que su aparición también tiene relación con el envejecimiento, así como con factores asociados al estilo de vida.

En este sentido, seguir ciertos hábitos saludables puede retrasar, considerablemente, su aparición. De acuerdo con Nayeli Alejandra Sánchez Rosales, especialista del servicio de Neurología del Hospital de Especialidades del IMSS Jalisco, es importante tomar en cuenta tres puntos clave, estos son:

  1. Alimentación balanceada. Además de evitar los azúcares refinados, las grasas, la sal y los productos enlatados, es esencial disminuir el consumo de alcohol y tabaco —erradicarlo definitivamente, si es posible—.
  2. Actividad física. No es necesario realizar ejercicios intensos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos de 65 años en adelante deben dedicar 150 minutos semanales a la actividad física moderada. En el caso de las personas que han sido activas durante toda su vida, se recomienda algún tipo de actividad física vigorosa durante 75 minutos.
  3. Ejercicios mentales. Según especialistas, los juegos de destreza mental tienen un lazo directo con la relación cerebral, así como con la asociación, coordinación, memoria y el lenguaje. Algunas opciones son dominó, ajedrez y escritura.

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«Influyen las formas saludables de vivir y de comer, eso tenemos que cuidarlo mucho e incentivar a que la gente tenga buena alimentación, que practique ejercicio (y) tenga suficientes horas de sueño», indicó el investigador adscrito al Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del IMSS Jalisco, Genaro Gabriel Ortiz.

Es importante no esperar a la adultez para realizar cambios positivos. Hacerlo desde la juventud incide en una mejor condición de vida durante el envejecimiento y retrasa, hasta décadas, el desarrollo del Alzheimer y otras enfermedades, según Gabriel Ortiz.

 

Vía: Notimex/ OMS