A pesar de que la mayoría de los padres cree que una buena nutrición es importante para sus hijos, sólo un tercio de ellos piensa que están haciendo un buen trabajo enseñándoles hábitos alimenticios saludables; así lo demostró una nueva encuesta realizada en Estados Unidos.

«La mayoría de los padres entiende que debe proporcionar comida saludable a sus hijos, pero la realidad es que los horarios de trabajo, las actividades de los niños y las diferentes preferencias alimentarias pueden hacer que la preparación de las comidas sea una experiencia frenética y frustrante», destacó Sarah Clark, quien co-dirigió la encuesta nacional del Hospital Infantil C. S. Mott de la Universidad de Michigan sobre Salud Infantil.

La encuesta incluyó a más de 1,700 padres con niños de entre 4 y 18 años. Los investigadores descubrieron que la mitad de los encuestados cree que sus hijos llevan una dieta saludable, pero sólo uno de cada seis clasificó las dietas de sus niños como muy nutritivas.

Un cuarto de los padres dijo que la dieta de su hijo era algo saludable o no saludable. Veinte por ciento no cree que sea importante limitar la comida rápida o la comida basura, y el 16 por ciento cree que es poco importante o no importante limitar las bebidas azucaradas, reveló la encuesta.

La conveniencia, el precio y el agobio alrededor de los alimentos representan obstáculos para que los niños coman mejor, según lo mencionaron muchos padres participantes de la encuesta.

«La tensión entre comprar alimentos que les gusten a los niños y comprar alimentos que son saludables puede ser una lucha constante. Muchos de nosotros conocemos la sensación de gastar tiempo y dinero en una comida saludable sólo para que nuestros niños hagan muecas mientras la ven sin que le den una sola mordida», comentó Clark en un comunicado de prensa del hospital.

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La experta agregó que puede ser fácil caer en hábitos más convenientes que parecen menos estresantes y menos costosos, pero si la comida rápida o comida chatarra ocasional se convierte en la norma, será todavía más difícil promover hábitos saludables para los niños conforme vayan creciendo.

«Muchos alimentos de conveniencia son altos en azúcar, grasa y calorías y el consumo excesivo de comida rápida puede causar obesidad infantil y otros problemas de salud», advirtió Clark.

Incluso si los padres desean comprar alimentos saludables, casi la mitad de ellos dijo que son difíciles de identificar, y uno de cada cuatro encuestados respondió que esas opciones no estaban disponibles en los lugares donde ellos suelen comprar.

Clark enfatizó que muchos padres quieren que sus hijos coman lo más saludablemente posible. Pero quizás requieran ayuda para que eso suceda.

«Algunos padres necesitan ayuda con las compras, la preparación de los alimentos u otras tareas domésticas para que las comidas no sean tan problemáticas. Otros se beneficiarían de información fácil de entender sobre cómo identificar alimentos envasados ​​que son saludables, ideas sobre cómo preparar recetas amigables para los niños un poco más sanas, y sugerencias prácticas sobre convencer a los ‘comedores quisquillosos’ para intentar una dieta más equilibrada», finalizó Clark.

 

Vía: Health Library