depresion_fumadores.2El consumo de tabaco es un problema serio de salud pública en nuestro país. En México existen más de 16 millones de fumadores que en 10 años tendrán 45% de probabilidades de desarrollar alguna enfermedad respiratoria. En estudios previos sobre prevalencia del consumo de tabaco en estudiantes, se observa que el tabaquismo ha afectado igualmente a hombres y mujeres (49 y 47%, respectivamente).

Se sabe que algunos factores están asociados al consumo de tabaco. Por ejemplo, hay información de que tanto el inicio como el mantenimiento de la conducta tabáquica se asocian no solo a los efectos producidos por la dependencia física a la nicotina, sino también a los efectos sobre el estado de ánimo de quienes consumen tabaco, en quienes alivia las sensaciones de malestar producidas por la depresión.

En México, se sabe que 85.6% de los fumadores presenta síntomas leves de depresión, mientras que el 14.4% restante manifiesta sintomatología más grave. Otros datos plantean que existe relación entre estos síntomas con el género, con mayor vulnerabilidad en las mujeres, y con el grado de consumo, donde tienden a presentar mayor sintomatología depresiva aquellos con un consumo mayor durante el día. Con respecto a la ansiedad en fumadores no se tienen datos, ni sobre la relación que puede guardar con el grado de adicción y el consumo acumulativo de cigarros.

Para determinar el vínculo existente entre la ansiedad y depresión con el grado de adicción a la nicotina y el consumo de cigarros de los fumadores, se realizó un estudio que reclutó a 495 fumadores, los cuales asistieron a un programa de ayuda para abandonar el consumo de tabaco en la Clínica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

A todos se les formó un expediente en donde se almacenaron sus datos sociodemográficos, así como una entrevista psicológica que se realiza a todos los pacientes que solicitan ayuda en dicha clínica.

Cada uno de los participantes respondió tres cuestionarios distintos, con los que se evaluaron su historial de tabaquismo y patrón de consumo de tabaco, su ansiedad y su depresión.

Al analizar los datos correspondientes a la historia de tabaquismo de los pacientes, se observó un promedio de consumo de 27 paquetes por año. La proporción de pacientes con un grado de adicción menor fue de 46.8 por ciento. Con respecto al grado de motivación para dejar de fumar se obtuvo que 89% de los que contestaron los cuestionarios estaba muy motivado a hacerlo.

El tipo de tratamiento empleado por la mayoría fue una combinación de la terapia de reemplazo de nicotina (como los parches) con la psicoterapia (39.6%); seguido de aquellos que solo quisieron utilizar la psicoterapia de grupo (24%). El tartrato de vareniclina fue empleado por 14.7% de los pacientes, 3.4% usó bupropión, 5.9% prefirió los chicles y 12.1% decidió emplear alguna otra
opción.

Se observaron síntomas depresivos leves en 63% de los fumadores, síntomas moderados en 25% y síntomas graves en 12%. Niveles bajos de ansiedad como rasgo se observaron en 47% de los pacientes. Mientras que la ansiedad como estado obtuvo niveles bajos en 57% de los
pacientes.

Este estudio permitió explorar los síntomas de ansiedad y depresión en un grupo importante de fumadores cuando están en el proceso de dejar de fumar. Sus resultados mostraron que en esta fase particular del fumador, el grado de la ansiedad y la depresión es mayor en aquellos que tienen un mayor grado de adicción y un mayor consumo acumulativo de cigarros. Lo anterior demuestra la existencia de una relación entre depresión y tabaquismo que es bidireccional en términos de causa-efecto.

Sin embargo, la mayor parte de los estudios que reportan ansiedad y depresión en fumadores se han llevado a cabo cuando el fumador no está intentando dejar de fumar (incluyendo los que se han hecho en México). Con ello, casi no existe información sobre síntomas depresivos en los fumadores que intentan dejar de fumar, por lo que este estudio ha establecido un precedente.

 

Vía: Académica