Consumir medicamentos con frecuencia, en especial cuando se padece una enfermedad crónica, puede alterar al organismo. Si bien la función de los tratamientos médicos es mejorar algún aspecto de la salud, la ingesta diaria de fármacos podría alterar la salud intestinal, especialmente en las personas mayores de 60 años de edad.

Al alterarse el equilibrio de la flora, surgen mayores complicaciones. De acuerdo con especialistas, la microbiota intestinal ayuda a digerir algunos alimentos —principalmente azúcares complejos, convirtiéndolos en energía—, producir vitaminas B y K, y combatir microorganismos patógenos.

El primer factor de riesgo es el envejecimiento, debido a la pérdida de dientes y problemas para pasar los alimentos. Este cambio puede provocar transformaciones en la dieta. Por lo regular, se tiende a eliminar alimentos que se consideran difíciles de masticar, como la carne o las frutas enteras, con lo que disminuye la ingesta de proteínas, vitaminas y fibra.

Este tipo de cambios repentinos provocan un desbalance en la microbiota intestinal. Además, el consecuente consumo de medicinas elimina a los patógenos, pero también a los microorganismos de efecto benéfico que conforman esta microbiota.

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Recomendaciones

  1. Complementa tu dieta con probióticos, especialmente en períodos de toma de antibióticos de amplio espectro.
  2. Ajusta tu alimentación, puedes empezar con la dieta mediterránea. Este tipo de alimentación hace énfasis en comer grasas saludables, como aquellas en el aceite de oliva, las nueces y los aguacates; el pez de mar, granos integrales y los vegetales.
  3. Aumenta el consumo de fibra. Alimento de trigo integral o linaza sin procesar; cereales sin refinar para el desayuno; harinas de centeno y de trigo integral; panes de granos, como de trigo integral o centeno; frutas frescas, como las manzanas, las bayas y las peras; vegetales, como el brócoli, las zanahorias y los chícharos; legumbres, como los garbanzos, frijoles cocidos y frijoles blancos.

 

Vía: Notimex