El sarampión, una infección viral infantil que solía ser común, puede ser grave e incluso mortal. Aunque la vacunación ha reducido significativamente las tasas de mortalidad, el sarampión sigue siendo una amenaza para los niños no vacunados en todo el mundo. Hoy te contamos las complicaciones asociadas con esta enfermedad y cómo prevenirlas.

Síntomas y período de contagio

Los síntomas típicos incluyen fiebre, tos, goteo nasal, dolor de garganta, ojos inflamados y un distintivo sarpullido rojo. Estos síntomas suelen manifestarse en etapas a lo largo de 2 a 3 semanas.

Una persona infectada puede transmitir el virus aproximadamente durante 8 días, comenzando 4 días antes de que aparezca el sarpullido y terminando 4 días después.

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Complicaciones

  1. Diarrea y vómitos: Estos síntomas pueden causar deshidratación.
  2. Infección de oído: Una complicación común, especialmente en niños.
  3. Afecciones respiratorias: El sarampión puede provocar bronquitis, laringitis, inflamación de las vías respiratorias y neumonía.
  4. Encefalitis: Una inflamación potencialmente peligrosa del cerebro, que puede causar daño permanente o incluso ser mortal.
  5. Problemas durante el embarazo: El sarampión puede aumentar el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer o muerte fetal.

Factores de riesgo

  • No estar vacunado.
  • Viajar a países donde el sarampión es común.
  • Deficiencia de vitamina A, que puede aumentar la gravedad de los síntomas.

Prevención

La vacunación es fundamental para prevenir el sarampión. La vacuna triple viral es altamente efectiva y se recomienda para niños y adultos. Es importante seguir el calendario de vacunación recomendado para garantizar una protección óptima.

Recuerda, el sarampión puede tener complicaciones graves, pero la vacunación adecuada es una herramienta poderosa para prevenir su propagación y proteger a las comunidades.

Si tienes dudas sobre la vacunación, consulta a tu médico para obtener información confiable y basada en evidencia.

 

Fuente: Mayo Clinic