i-federico-bermúdez-rattoniEl Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa y progresiva que afecta por igual la memoria, el pensamiento y el comportamiento de las personas que la padecen. Se presenta en dos formas, la familiar, con una incidencia del dos por ciento, que se asocia con mutaciones en los pacientes y la esporádica, la más común, que no se sabe cómo ocurre y surge de una forma intempestiva.

En la búsqueda de una solución contra esta afectación y a raíz de las mutaciones de tipo familiar, se han desarrollado modelos transgénicos de ratones que imitan el desarrollo de la patología y los problemas de memoria que presentan los pacientes, pues al envejecer, estos roedores desarrollan la misma característica que identifica la patología en humanos, que es la acumulación del péptido beta-amiloide y la proteína tau hiperfosforilada.

Así, un grupo interdisciplinario de investigadores de la UNAM, realiza ensayos con estimulación optogenética, es decir, utilizan métodos genéticos y ópticos para aumentar la concentración extracelular de dopamina en la corteza cerebral de los animales y, de esta manera, evaluar probables efectos benéficos de la estimulación del sistema dopaminérgico.

Lo relevante, según indica Federico Bermúdez Rattoni, quien dirige el laboratorio BL-201 de la División de Neurociencia del Instituto de Fisiología Celular (IFC), es que se produce un aumento en la concentración de dopamina endógena en regiones específicas del cerebro, lo que permitirá concluir sobre el efecto de esa estimulación en la patología y alteraciones de la memoria relacionadas al padecimiento.

Además, en la investigación Prevención temprana de la patología relacionada a la enfermedad de Alzheimer mediante estimulación dopaminérgica, los científicos han probado que con esa estimulación prolongada se pueden prevenir o revertir las alteraciones en la memoria que presentan los ratones transgénicos.

En el proyecto, además del laboratorio, participa la Unidad de Investigación y Posgrado de la Facultad de Psicología (FP) donde se realizan pruebas de la función sináptica y descripción de las alteraciones de la patología a nivel electrofisiológico.

La idea es que los resultados obtenidos con las terapias o esquemas terapéuticos se puedan aplicar en humanos. Si se demuestra una deficiencia dopaminérgica, se podrían prescribir medicamentos probados y así obtener mejoras.

Vía: UNAM-DGCS