Obesidad y nutrición, Salud Mental
Una nueva investigación evaluó los resultados a menudo fatales para las personas con trastornos alimenticios, especialmente en la anorexia.
El estudio encontró que las personas con anorexia nerviosa tenían cinco veces más probabilidades de morir prematuramente que la población general (que no padece el trastorno). La mayoría de las muertes entre las personas con anorexia, condición que implica un peso corporal bajo y un miedo intenso a aumentar de peso, se debieron a causas naturales asociadas con el trastorno. El suicidio fue la principal causa de muerte no natural.
Las personas con bulimia nerviosa, que generalmente implica atracones y purgas, y otros tipos de trastornos de la alimentación también tenían tasas de mortalidad más altas de lo normal, pero no tan altas como las personas con anorexia, dijeron los investigadores.
Los factores de riesgo de muerte prematura entre las personas con trastornos de la alimentación incluyen: un gran número de hospitalizaciones por la enfermedad, ser dados de alta demasiado pronto de los programas que buscan tratar la afección, manifestación del trastorno alimenticio a una edad mayor, mala adaptación social y menor índice de masa corporal (IMC) durante el tiempo de hospitalización. Recordemos que el IMC es una estimación de la grasa corporal basada en el peso y la altura.
El estudio, publicado en línea recientemente en la revista International Journal of Eating Disorders, demuestra que «todavía hay una desesperada necesidad de desarrollar tratamientos más eficaces para los trastornos alimenticios, especialmente para la anorexia nerviosa», dijo el doctor Manfred Fichter, autor principal del trabajo.
Los hallazgos fueron parte de un estudio grande sobre trastornos alimenticios llevado a cabo en Alemania.
Fichter y sus colegas comentaron que el suicidio es una de las principales preocupaciones entre las personas con trastornos de la alimentación y requiere la atención de los profesionales de la salud.
El vínculo entre el alta temprana del tratamiento y un mayor riesgo de muerte pone de manifiesto la necesidad de mantener y apoyar a los pacientes durante el proceso de tratamiento, concluyeron los autores del estudio.
Vía: Health Library
