Quizás hayas oído hablar de personas que lloran durante un tratamiento de yoga, masaje o acupuntura debido a un punto sensible que, cuando se activa, parece conducir a una liberación emocional.

Aunque algunos pueden referirse a que el trauma está «almacenado» o «atrapado» en el cuerpo, esa no es necesariamente una forma científica de decirlo.

Sin embargo, los síntomas del estrés traumático pueden manifestarse físicamente.

Esto puede deberse a que el cerebro asocia dicha área con un recuerdo particular, a menudo en un nivel subconsciente.

La activación de ciertas áreas del cuerpo puede desencadenar estos recuerdos, así lo indica el doctor Mark Olson, propietario y director del Pacific Center for Awareness & Bodywork.

“Constantemente se generan emociones, consciente o inconscientemente, en respuesta a la reactivación de recuerdos o metas insatisfechas. El toque en el área X es simplemente un estímulo confiable para reconstruir el patrón asociado con ese evento traumático”, explica Olson.

Alternativamente, algunos creen que el trauma y las emociones difíciles pueden, de hecho, convertirse literalmente en energía atascada en el cuerpo, aunque esto no está respaldado por evidencia científica.

¿Vibraciones emocionales?

Según Bradley Nelson, especialista en este campo, las vibraciones emocionales atrapadas hacen que los tejidos circundantes vibren a la misma frecuencia, lo que se conoce como resonancia.

En su libro «El código de la emoción», Nelson escribe: «Cada emoción atrapada reside en un lugar específico del cuerpo, vibrando en su propia frecuencia particular».

Esto puede hacer que atraigas más de esa emoción, señala, creando una acumulación o un bloqueo.

No obstante, la postura de Nelson sigue siendo únicamente teórica y se requieren más investigaciones.

Conoce más: ¿Qué son las emociones primarias y secundarias?

¿Qué dicen los estudios recientes?

Estudios más recientes respaldan la conexión mente-cuerpo, o la creencia de que la salud mental y emocional de una persona afecta el estado de su salud física.

Un ejemplo clásico de esto es el miedo.

Si estás en una situación en la que tienes miedo, tu cuerpo genera una respuesta física a esta emoción activando la respuesta de lucha, huida y congelación.

Según Nelson, suceden tres cosas cuando se experimenta una emoción:

  • Desarrollamos una vibración emocional.
  • Sentimos la emoción y cualquier pensamiento o sensación física asociada con ella. Aquí es donde entra en juego la interconexión de la mente y el cuerpo.
  • Nos alejamos de la emoción procesándola.

Según Olson y otras investigaciones, el procesamiento emocional ocurre en las estructuras límbicas del cerebro.

Estamos recibiendo información constantemente, lo que genera respuestas preconscientes del sistema nervioso autónomo. Esto envía una señal al cuerpo activando la emoción correspondiente.

En otras palabras, tu “sentimiento” proviene de lo que te dice tu sistema nervioso.

Según Nelson, cuando se interrumpe el segundo o tercer paso mencionado anteriormente, la energía de la emoción queda atrapada en el cuerpo. Como resultado, puedes experimentar tensión muscular u otras dolencias.

«La frase ‘emociones atrapadas’ por lo general significa que el yo verdadero quiere expresar algo que el yo falso no quiere que expresemos. En psicología, pensamos en el verdadero yo como la parte de nosotros con la que nacemos que es naturalmente abierta, curiosa y confiada, mientras que el falso yo emerge como un conjunto de estrategias adaptativas para lidiar con el dolor y la pérdida”, detalló el especialista.

Esta energía emocional negativa reprimida puede expresarse como:

  • Resentimiento
  • Mala toma de decisiones
  • Auto-sabotaje
  • Reacción exagerada
  • Aumento del estrés y la ansiedad
  • Depresión
  • Fatiga 

 

Fuente: Healthline