La desregulación emocional es la incapacidad de regular la calidad y la intensidad de ciertas emociones como el miedo, la ira y la tristeza para producir una respuesta emocional adecuada.

Muchos factores biológicos y ambientales pueden afectar la desregulación emocional. Con frecuencia, surge durante la niñez o la adolescencia, aunque el problema puede persistir hasta la edad adulta. Ocurre cuando los métodos que alguien utiliza para procesar estímulos externos o internos se vuelven disfuncionales. Como resultado, la persona se queda sin habilidades importantes para ayudar a regular las emociones.

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En concreto, la desregulación emocional causa dificultad para realizar lo siguiente:

  1. Manejar los sentimientos de excitabilidad.
  2. Mantener un estado de ánimo estable.
  3. Evitar reaccionar emocionalmente de forma exagerada ante problemas que otros manejan sin incidentes.
  4. Regresar a una línea de base emocional (el estado después de un arrebato emocional), dejándolo en un estado elevado por más tiempo de lo normal.

 

Fuente: Very Well Health