La claustrofobia es una fobia situacional desencadenada por un miedo irracional e intenso a los espacios reducidos o llenos de gente.

Los síntomas de claustrofobia aparecen después de un desencadenante de la misma, como estar en una habitación cerrada o en un espacio lleno de gente. Lo que consideres un espacio pequeño puede variar según la gravedad de tu fobia.

Cuando experimentas síntomas de claustrofobia, puedes sentir que estás teniendo un ataque de pánico. Los síntomas pueden incluir:

  1. Transpiración
  2. Temblor
  3. Sofocos
  4. Sentir miedo intenso o pánico
  5. Ponerse ansioso(a)
  6. Dificultad para respirar
  7. Hiperventilación
  8. Aumento del ritmo cardíaco
  9. Opresión o dolor en el pecho
  10. Náuseas
  11. Sentirse débil o mareado(a)
  12. Sentirse confundido o desorientado

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Estos síntomas pueden ser leves o severos. Si experimentas claustrofobia, también puedes:

  • Evitar situaciones desencadenantes, como viajar en aviones, subterráneos, ascensores o en automóviles con mucho tráfico.
  • Buscar automática y compulsivamente las salidas en cada espacio al que entras.
  • Sentir miedo de que las puertas se cierren mientras estás en una habitación.
  • Pararte cerca o directamente junto a las salidas mientras te encuentras en un lugar lleno de gente.

Tus síntomas de claustrofobia pueden desencadenarse por otras situaciones no mencionadas anteriormente.

También puedes definir un espacio pequeño o confinado de manera diferente a otras personas. Esto se debe a que la gente tiene su propio sentido único de espacio personal o “cercano”.

Un estudio de 2011 descubrió que las personas con espacios «cercanos» más grandes que rodean su cuerpo tienen más probabilidades de sentir claustrofobia cuando se rompe ese círculo. Entonces, si su espacio personal es de 2 metros y alguien está parado a 1 metro de distancia, puede comenzar a entrar en pánico.

 

Fuente: Healthline