,

El riesgo de tener hipertensión —presión arterial alta— aumenta con la edad y los malos hábitos. Afortunadamente, hacer algo de ejercicio puede marcar una gran diferencia, de acuerdo con especialistas de Mayo Clinic.

Pero eso no es todo, si ya tienes presión arterial alta, el ejercicio puede ayudarte a controlarla. La razón es simple: la actividad física regular fortalece el corazón. Un corazón más fuerte puede bombear más sangre con menos esfuerzo. Como resultado, la fuerza sobre las arterias disminuye, lo que hace que la presión arterial baje.

Peso y corazón saludable

El ejercicio regular también ayuda a mantener un peso saludable, otra forma importante de controlar la presión arterial. A decir de Mayo Clinic, si tienes sobrepeso, bajar al menos 3 kilogramos puede reducir tu presión arterial.

Conoce más: Hipertensión, ¿cómo controlarla en el embarazo?

Recomendaciones

Para mantener una presión arterial saludable, debes hacer ejercicio de manera regular. El ejercicio regular tarda de uno a tres meses en tener un impacto sobre la presión arterial. 

  1. Realiza 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de actividad moderada e intensa.
  2. Plantéate el objetivo de hacer al menos 30 minutos de actividad aeróbica la mayoría de los días de la semana. Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, trabaja lentamente para lograr este objetivo. 

Consulta a un profesional de la salud antes de comenzar un entrenamiento, especialmente si:

  • Tienes una afección médica crónica, como diabetes, enfermedad cardíaca o enfermedad pulmonar.
  • Tienes el colesterol alto o la presión arterial alta.
  • Has tenido un ataque cardíaco.
  • Tienes antecedentes familiares de problemas relacionados con el corazón antes de los 55 años en hombres y antes de los 65 en mujeres.
  • Sientes dolor o malestar en el pecho, la mandíbula, el cuello o los brazos cuando haces actividad.
  • Te mareas al hacer una actividad.
  • Fumas o has dejado de fumar recientemente.
  • Eres una persona con sobrepeso u obesidad.
  • No estás seguro de que gozas de buena salud o hace tiempo que no haces ejercicio de manera regular.

Para reducir el riesgo de lesiones mientras haces ejercicio, comienza poco a poco. Recuerda hacer un calentamiento antes de ejercitarte y un enfriamiento una vez que finalices. 

 

Fuente: Mayo Clinic