Normalmente, las personas se recuperan de la salmonella en un plazo de cuatro a siete días sin intervención médica. En estos casos no complicados, NO se recomienda el uso de antibióticos.

No obstante, tu proveedor de atención médica puede recetarte un tratamiento con antibióticos si:

  • Tu infección persiste.
  • Tienes un sistema inmunológico comprometido.
  • La infección ha entrado en tu torrente sanguíneo.
  • Los antibióticos orales comunes para la salmonella en adultos incluyen fluoroquinolonas, como ciprofloxacina, y azitromicina para niños.

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Sin embargo, el tratamiento con antibióticos plantea algunos riesgos, incluyendo una mayor posibilidad de recaída. Sumado a ello, los antibióticos pueden prolongar la cantidad de tiempo que alguien porta la bacteria. Esto significa que pueden prolongar la etapa durante la cual se puede infectar a otras personas con salmonella.

Si padeces deshidratación grave o has estado enfermo durante más de siete días, quizás requieras hospitalización. Una vez en el hospital, es posible que recibas líquidos o antibióticos por vía intravenosa (IV).

 

Fuente: Very Well Health