El dolor de espalda puede variar desde un dolor muscular, hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante. En la mayoría de los casos, puede mejorar progresivamente con tratamiento en el hogar y un peso saludable.

A decir de especialistas, la actividad física debe ser clave en este proceso. 

Recomendaciones

Para evitar el dolor de espalda o prevenir su recurrencia, te recomendamos:

  1. Mantener un peso saludable.
  2. Hacer ejercicio.
  3. Desarrollar fuerza y flexibilidad muscular.
  4. Dejar de fumar —el tabaquismo aumenta el riesgo de lumbalgia—. 
  5. Evitar los movimientos de rotación o presión sobre la espalda. 

Conoce más: Desacondicionamiento muscular y mala postura, ¿cómo influyen en el dolor de espalda?

¿Cuándo contactar a un profesional de la salud?

Contacta a un médico si tu dolor de espalda:

  • Persiste después de un par de semanas.
  • Es intenso y no mejora con el descanso.
  • Se extiende a una o ambas piernas, especialmente si se prolonga por debajo de la rodilla.
  • Provoca debilidad, entumecimiento u hormigueo en una o ambas piernas.
  • Está acompañado de pérdida de peso sin causa aparente.

En casos poco frecuentes, el dolor de espalda puede indicar un problema médico grave. Busca atención médica de inmediato si tu dolor de espalda:

  • Ocasiona problemas de vejiga o intestino.
  • Está acompañado por fiebre.
  • Aparece después de una caída, un golpe u otra lesión.

Recuerda que el dolor de espalda es una de las principales causas de discapacidad en el mundo. Por suerte, puedes tomar medidas para prevenir o aliviar este tipo de molestias.

Si tienes dudas, acércate a un profesional de la salud, especialmente si vas a iniciar un nuevo plan de entrenamiento.

 

Fuente: Mayo Clinic