La retención de líquidos o de agua tiene lugar cuando el cuerpo no puede mantener los niveles de líquidos. Por ejemplo, las enfermedades renales o cardiovasculares pueden provocar que el cuerpo retenga líquidos. Sus principales síntomas son hinchazón y malestar.
Dicho esto, ahora hablemos del sistema inmunológico, cuya función es defender al cuerpo de enfermedades e infecciones. Cuando el sistema inmune detecta un invasor no deseado, como una bacteria o un alérgeno, lanzará un ataque. La inflamación forma parte de este proceso.
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Cuando se produce inflamación, el cuerpo libera histamina, una molécula de señalización que hace que los espacios entre las células de las paredes capilares se ensanchen. Esto para permitir que los glóbulos blancos que combaten las infecciones lleguen al sitio de la inflamación.
Sin embargo, también puede permitir que el líquido se filtre desde los capilares hacia los tejidos circundantes. La hinchazón que resulta de esto suele ser de corta duración.
Con base en lo anterior, las personas con inflamación prolongada pueden experimentar retención de líquidos.
Fuente: Medical News Today
