Los reflejos son reacciones automáticas e involuntarias que el cuerpo produce en respuesta a ciertos estímulos. Aunque algunos reflejos pueden involucrar músculos y movimiento, otros involucran procesos internos dentro del cuerpo.

En concreto, el arco reflejo es una vía que sigue un impulso nervioso para llevar a cabo una respuesta refleja. Los reflejos sanos son cruciales para reaccionar rápidamente ante estímulos potencialmente peligrosos. Algunos reflejos son más complejos y necesitan múltiples partes del sistema nervioso.

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Los reflejos somáticos involucran al sistema nervioso somático, que se ocupa de la piel, los músculos y las actividades conscientes, como el movimiento de las extremidades. Los reflejos autónomos involucran al sistema nervioso autónomo, que se encarga de procesos internos involuntarios como la digestión.

Entonces, los reflejos son las respuestas involuntarias del cuerpo a diferentes estímulos, y suceden sin que pensemos conscientemente en ellos.

Los reflejos protegen al cuerpo de peligros o daños y ayudan a mantener la homeostasis, que es mantener un ambiente o entorno interno estable.

 

Fuente: Medical News Today