Las glándulas sebáceas son glándulas pequeñas que se encuentran en la piel. Estas producen un aceite llamado sebo. Su trabajo es lubricar la superficie de la piel.

Si eres propenso(a) al acné, tus glándulas sebáceas producen más sebo del necesario. El exceso de grasa permanece en los poros y bloquea el conducto sebáceo.

El bloqueo en el folículo recibe el nombre de comedón. Los comedones (tener más de un comedón) son el punto de partida de todas las imperfecciones del acné, como los puntos negros, las pápulas inflamadas y los brotes quísticos.

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Sumado a lo anterior, algunas investigaciones han sugerido que las personas con acné poseen un sebo diferente al de las personas que no padecen acné.

Varios estudios han encontrado que las personas con acné producen sebo con niveles más elevados de una molécula grasa llamada escualeno, así como de compuestos llamados ésteres de cera.

Las personas con acné también pueden tener niveles más bajos tanto de ácidos grasos libres como de ácido linoleico en el sebo, en comparación con las personas que no tienen acné.

Las diferencias en el sebo podrían crear un ambiente en el que prosperan las bacterias causantes del acné, lo que provoca brotes con inflamación.

 

Fuente: Very Well Health