Los componentes finales que transforman una dificultad pasajera para dormir en insomnio crónico se denominan factores perpetuantes. Tales factores se pueden entender mejor considerando un ejemplo.

Imaginemos que permaneces despierto(a) varias horas a mitad de la noche, algo habitual en el insomnio. Sabes que necesitas ocho horas de sueño y, al permanecer despierto(a), estás reduciendo ese tiempo. Decides empezar a acostarte dos horas antes para compensar. Esto puede ayudar un poco, pero ahora que te vas a acostar más temprano, te está tomando más tiempo conciliar el sueño. Conforme pasas más tiempo despierto(a) durante la noche, tu frustración aumenta y agravas tu insomnio inicial.

Conoce más: Conoce las causas que dan origen al insomnio crónico

Al final, existe una variedad de opciones que podrían perpetuar tu insomnio. Algunas personas optan por limitar sus actividades diurnas debido a la somnolencia. Dicha evitación puede reducir su actividad física. Si tú eres una de esas personas, lo más seguro es que no hagas ejercicio, por lo que quizás te sientas menos cansado(a) y no puedas dormir.

De manera alternativa, puedes comenzar a trabajar en tu computadora en la cama para aprovechar al máximo el tiempo que pasas despierto(a). La luz de tu computadora y la actividad pueden empeorar tu capacidad para dormir. También puedes comenzar a tomar siestas durante el día para descansar un poco, lo que podría socavar tu deseo de dormir y tu capacidad para dormir por la noche.

Entonces, la existencia de factores perpetuantes prolonga la batalla contra el insomnio.

 

Fuente: Very Well Health