¿Sabías que el insomnio crónico está primordialmente vinculado a estados de ansiedad y a una serie de padecimientos físicos? Esto es lo que asegura Rubén Santoyo Ayala, subdirector médico del Hospital de Especialidades en el turno nocturno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.
Rubén explicó que el insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, e incluso se considera como tal cuando una persona interrumpe su descanso antes de lo establecido o tiene una pobre calidad de descanso.
Según el especialista, se calcula que hasta un 70 por ciento de los casos de insomnio se asocian a estados de ansiedad, mientras que el resto tienen que ver con depresión y algunos padecimientos.
Añadió que ciertas enfermedades interfieren en la calidad del sueño del paciente, entre ellas afectaciones musculares tales como artritis reumatoide y fibromialgias, nicturia (orinar en exceso por las noches), patologías neurológicas, enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer, por mencionar algunas.
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Asimismo, Santoyo Ayala resaltó que el ser humano duerme hasta una tercera parte de su vida, por ello es tan importante cubrir esta imprescindible necesidad, a fin de mantener un funcionamiento óptimo.
Sin embargo, indicó que en la actualidad la prevalencia del insomnio severo entre la población general es de hasta un 15 por ciento, y casi un 35 por ciento de estas personas presenta insomnio ocasional.
Para que el insomnio sea diagnosticado como crónico, el doctor refirió que la dificultad para dormir debe presentarse de manera recurrente durante más de cuatro semanas.
Enfatizó que aunque lo recomendado es dormir entre siete u ocho horas diarias, los adultos mayores apenas logran conciliar el sueño durante cuatro o cinco horas, por lo que son ellos los que presentan una mayor prevalencia de insomnio en la población.
Respecto al tratamiento, detalló que existen alternativas farmacológicas como inductores del sueño, suministro de antipsicóticos o antidepresivos, los cuales deben ser estrictamente prescritas y supervisados por el médico tratante.
Otras medidas que se recomiendan incluyen: evitar el consumo de alcohol y tabaco, no beber muchos líquidos por la noche, no cenar de forma copiosa, evitar la ingesta de café o té después de las 16:00 horas, no realizar actividad física vigorosa por la noche, y mantener un horario fijo para dormir.
Vía: Notimex
