Los espasmos infantiles (llamados síndrome de West en el ámbito médico) son espasmos musculares convulsivos que afectan la cabeza, el torso y las extremidades de un niño, así lo señala Michigan Medicine, en Estados Unidos.

Cabe mencionar que los espasmos infantiles generalmente comienzan antes de los 6 meses de edad. Estos empiezan súbitamente y duran uno o dos segundos. Suelen presentarse uno tras otro en conjuntos que duran varios minutos. Asimismo, ocurren más a menudo justo después de despertarse. Se suelen confundir con el cólico del lactante, el reflujo o el hipo.

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Existen dos datos clave sobre los espasmos infantiles:

  • La mayoría de los niños que los padecen tienen una inteligencia por debajo del promedio, y más de la mitad desarrollan discapacidades graves.
  • Aunque no siempre se puede encontrar una causa exacta, estos espasmos pueden ser ocasionados por enfermedades, lesiones o infecciones que ocurrieron antes o durante el nacimiento.

RECUERDA: Los espasmos infantiles se tratan con hormona adrenocorticotrópica o con el medicamento prednisona. Por lo general, no responden bien a los medicamentos utilizados para tratar la epilepsia. La vigabatrina también puede funcionar como un tratamiento efectivo para los espasmos infantiles, especialmente cuando son causados por una enfermedad llamada esclerosis tuberosa.

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health / Kids Health