La RCP (reanimación cardiopulmonar), o reanimación boca a boca, es un tipo de respiración artificial que se induce al exhalar el aliento en los pulmones de la víctima.

Las técnicas utilizadas para reanimar a adultos, bebés y niños son similares; pero una pequeña diferencia es que generalmente es más fácil sellar la boca sobre la nariz y la boca de un bebé. Además, tendrás que ser un poco más cuidadoso(a) con un niño que con un adulto. No inclines demasiado la cabeza del menor hacia atrás, ya que las vías respiratorias y el cuello de los niños son más frágiles que las de los adultos.

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Cabe destacar que leer sobre RCP no te enseñará a realizarla adecuadamente. Por ello y por razones de seguridad, debes tomar un curso de RCP para bebés/niños, el cual suele impartirse en cualquier clínica de salud, hospital, gimnasio, centro comunitario o sede de organizaciones como la Cruz Roja. Para obtener más información sobre estas clases, llama o acude a cualquiera de estos lugares en tu localidad. También puedes checar sus páginas de Internet o sus redes sociales.

RECUERDA: La capacitación en RCP requiere práctica frecuente; sin ella, es probable que pierdas las habilidades para realizarla de manera segura.

Asimismo, la RCP sólo debe utilizarse si un niño cumple con tres criterios: está inconsciente, no respira y no tiene pulso. Dar RCP a un menor que no cumple con todos estos estándares puede hacerle más daño que bien.

Si tienes más dudas sobre la RCP en bebés y niños consulta a tu médico.

 

Fuente: Health Day