Un espasmo es un endurecimiento involuntario de los músculos de tu cuerpo. Generalmente causa un dolor intenso que puede durar minutos, horas o días después de que el músculo se relaja y el espasmo desaparece.

Los espasmos pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo donde haya músculos, incluido el cuello.

Causas de los espasmos de cuello

Existen muchas causas posibles de que se presenten espasmos en el cuello. Por ejemplo, podrías desarrollar un espasmo en el cuello si:

  • Estiras el cuello durante el ejercicio
  • Cargas algo pesado con uno o ambos brazos
  • Colocas mucho peso sobre uno de tus hombros con una bolsa pesada
  • Sostienes el cuello en una posición poco natural durante un período de tiempo prolongado, como cuando sostienes un teléfono entre el hombro y la oreja o cuando duermes en una posición extraña

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Otras causas comunes de espasmos en el cuello incluyen:

  • Estrés emocional
  • Mala postura, como encorvarse o inclinar la cabeza
  • Deshidratación, que puede causar calambres y espasmos musculares

Las causas menos comunes pero más graves de espasmos en el cuello incluyen:

  • Meningitis, una infección muy grave que causa inflamación en el cerebro y la médula espinal
  • Espondilosis cervical, un tipo de artritis que puede afectar la columna vertebral
  • Espondilitis anquilosante, una afección que hace que las vértebras de la columna se fusionen
  • Tortícolis espasmódica, también conocida como distonía cervical, que ocurre cuando los músculos del cuello se tensan involuntariamente y hacen que la cabeza se tuerza hacia un lado
  • Estenosis espinal, que ocurre cuando los espacios abiertos en la columna se estrechan
  • Trastornos de la articulación temporomandibular, los cuales afectan la mandíbula y los músculos que la rodean
  • Trauma por accidentes o caídas
  • Latigazo de cuello
  • Hernia de disco

 

Fuente: Healthline