Una catarata es un área nublada e indolora en el cristalino del ojo que bloquea el paso de la luz hacia la retina (la capa nerviosa en la parte posterior del ojo), lo que generalmente ocasiona problemas de visión. Las cataratas son raras en bebés y niños, pero un menor puede nacer con ellas debido a cuestiones genéticas, infección durante el embarazo o bajo peso al nacer.

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Los signos para detectar cataratas en los niños incluyen los siguientes:

  1. Es posible que el niño no mire directamente ni responda a caras u objetos grandes y coloridos. Un bebé que no puede encontrar objetos pequeños cuando gatea por el suelo puede tener cataratas.
  2. El niño puede fruncir el ceño, entrecerrar los ojos o protegerlos más de lo esperado cuando está expuesto a la luz del sol. Esto sucede debido al deslumbramiento causado por una catarata.
  3. Los ojos del niño pueden estar desalineados y no enfocar en el mismo punto al mismo tiempo (estrabismo).
  4. Es posible que veas un reflejo blanco en lugar de un reflejo rojo en el ojo de tu hijo(a). Por ejemplo, en una fotografía del niño, un ojo puede aparecer blanco mientras que el otro tiene el aspecto normal de «ojos rojos».
  5. Los ojos afectados pueden tener movimientos errantes repetitivos (nistagmo). Esto suele ser un signo posterior de cataratas. Es posible que este signo no se desarrolle hasta que el bebé tenga varios meses de edad. Quitar la catarata probablemente no corrija toda la pérdida de visión en ese momento.

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health