El pie de atleta es una infección común en el pie causada por hongos. Los síntomas incluyen picazón, ardor y piel quebradiza o escamosa entre los dedos de los pies, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Es común exponerse al contagio de pie de atleta al pisar superficies húmedas, como las duchas, las piscinas y los pisos de los vestidores. Si identificas los síntomas, realiza lo siguiente:

  1. Mantén los pies limpios, secos y frescos.
  2. Usa calcetines limpios.
  3. Procura no rascarte el sarpullido. 
  4. Sumerge los pies en agua fría para calmar la comezón.
  5. Consulta a un médico para saber si necesitas un tratamiento específico.

Conoce más: Ardor en los pies, ¿cuándo buscar atención médica?

Un profesional de la salud puede diagnosticar el pie de atleta. Algunos tipos de pie de atleta pueden tener el aspecto de piel seca o dermatitis. Para ayudar a confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones, el especialista podría tomar una muestra de piel de la zona afectada para examinarla en un laboratorio.

Prevención

  • Cámbiate los calcetines regularmente. Cámbiate los calcetines al menos una vez al día y más a menudo si te sudan mucho los pies.
  • Usa calzado ligero y con buena ventilación. Evita los zapatos hechos de material sintético, como el vinilo o la goma. 
  • Alterna los pares de zapatos. Usa un calzado diferente cada día. De este modo, el calzado tendrá tiempo para secarse después de cada uso.
  • Protégete los pies en lugares públicos. Usa sandalias o zapatos impermeables alrededor de las piscinas públicas, las duchas y los vestidores.
  • No compartas zapatos. Compartirlos aumenta el riesgo de propagar una infección por hongos.

Si el pie de atleta no responde a los cuidados mencionados, es posible que necesites una crema o ungüento con una concentración similar a la de los productos de venta con receta médica, según expertos de Mayo Clinic.

Recuerda que sólo un especialista puede recomendarte el uso de medicamentos. No te automediques y sigue las instrucciones de un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos/ Mayo Clinic