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Aunque quizás no lo creas, realizar chequeos del estado de la piel puede salvar vidas.

Por ello, la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD) nos comparte algunos estudios de casos que llevaron a importantes descubrimientos y resaltan la importancia de los autoexámenes cutáneos de rutina: 

Richard Danzer, de West Palm Beach, Florida, encontró un quiste grande y doloroso en la espalda durante un autoexamen de piel. La dermatóloga Brittany Smirnov lo examinó y más tarde le diagnosticaron cáncer de pulmón, por lo que se le brindó tratamiento a tiempo que le salvó la vida.

Cuando John Ahearn, de Phoenix, tuvo moretones oscuros que aparecieron en sus piernas, la doctora Lindsay Ackerman sospechó que podría tener un problema sanguíneo grave. Colaboró ​​con un especialista en hematología-oncología que le diagnosticó leucemia a Ahearn. Ahora, se encuentra en remisión después de un trasplante de médula ósea.

Tras notar cambios en un lunar en su dedo del pie, Yvonne Basil, de Plano, Texas, acudió con su dermatólogo y le diagnosticaron melanoma a partir de una biopsia en el consultorio. Ahora, está libre de cáncer.

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«Los autoexámenes regulares de la piel son cruciales para identificar el cáncer de piel y otras enfermedades cutáneas en etapas tempranas», señaló el doctor Ken Tomecki, presidente de la AAD. «Alentamos a todos a que se realicen autoexámenes de la piel con regularidad para detectar cualquier cambio a tiempo».

Puedes realizar tus propios chequeos de la piel en casa y luego darles seguimiento con un dermatólogo si detectas algo preocupante. La academia sugiere usar las iniciales A, B, C, D, E durante tu autoexamen.

Recuerda que A es para asimetría, cuando la mitad de un punto es diferente a la otra. B es para borde, cuando una mancha tiene un borde irregular, festoneado o mal definido. C es para color, cuando las manchas tienen variación de color de un área a la siguiente. D es de diámetro; los melanomas suelen medir más de 6 milímetros, que es aproximadamente el tamaño de la goma de un lápiz. E es para evolucionar; la mancha se ve diferente al resto o está cambiando de tamaño, forma o color.

Para concretar un examen de la piel, mira tu cuerpo en un espejo de cuerpo entero. Observa tus axilas, antebrazos y palmas. Mira tus piernas, entre los dedos de los pies y las plantas de tus pies. Usa un espejo de mano para examinar tu cuello y cuero cabelludo, así como para revisar tu espalda y glúteos.

Si notas una mancha que es diferente a las demás, o que cambia, pica o sangra, debes programar una cita con tu dermatólogo.

El cáncer de piel es el cáncer más común en Estados Unidos, con aproximadamente 9,500 personas diagnosticadas todos los días.

 

Fuente: Health Day News