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estilos-de-vida-familiares-salud¿Crees que las enfermedades que hay en tu familia son más por cuestión genética o por la influencia del entorno familiar que te rodea? Pues de acuerdo con un nuevo estudio británico, los estilos de vida y los entornos ‘compartidos’ pueden desempeñar un papel tan fuerte como el que tienen los genes en las enfermedades que ocurren dentro de las familias.

En otras palabras y a manera de ejemplo, si tus padres o abuelos tienen propensión genética a un infarto, pero en lugar de llevar una dieta saludable acorde con su situación comen fritangas casi todos los días, y eso te incluye a ti, su riesgo de sufrir un paro cardíaco se elevará sustancialmente, al igual que el tuyo, pues todos se han acostumbrado a consumir ese alimento de forma cotidiana.

El estudio revisó las historias clínicas de más de 500,000 personas y sus familias en el Reino Unido. La información incluyó a parientes consanguíneos y adoptivos. Los investigadores se centraron en 12 enfermedades comunes, incluyendo presión arterial alta y enfermedades del corazón, así como varios tipos de cáncer y enfermedades neurológicas.

De esta manera, hallaron que los factores compartidos por los miembros de la familia pueden tener una influencia significativa en el riesgo de una persona a ciertas enfermedades. Dichos factores incluyen ocupar el mismo espacio vital y tener hábitos alimenticios similares.

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Asimismo, los autores dijeron que el impacto de los genes en el riesgo de una enfermedad podría ser sobreestimado hasta en un 47 por ciento cuando los factores familiares compartidos no son tomados en cuenta.

El estudio ofrece «estimaciones precisas del papel de la genética en estas enfermedades importantes. También identificó aquellas enfermedades donde el entorno familiar compartido es importante, tales como enfermedades del corazón, hipertensión y depresión», apuntó Chris Haley, profesor en la Unidad de Genética Humana MRC de la Universidad de Edimburgo, en Escocia.

Los resultados ayudan a clarificar el valor de las pruebas genéticas para detectar el riesgo de enfermedad, y resaltan la necesidad de identificar los factores ambientales que aumentan dicho riesgo, subrayaron los investigadores.

Los resultados del trabajo fueron publicados recientemente en la revista Nature Genetics.

 

Vía: Healthday News