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Foto: Keith Homan / Shutterstock.com

Un nuevo estudio conducido por expertos de la Clínica Mayo afirma que beber una sola bebida energética de 16 onzas (500 ml) podría elevar la presión arterial en los adultos jóvenes.

Para realizarlo, los investigadores reclutaron a 25 adultos jóvenes (hombres y mujeres) saludables de entre 26 y 31 años, quienes no tenían riesgos cardiovasculares conocidos y no tomaban ningún medicamento. En dos días separados, se les dio o una bebida energética enlatada o una bebida energética falsa (bebida placebo). El placebo contenía la misma cantidad de azúcar y casi las mismas calorías que la bebida energética normal, pero no tenía los estimulantes naturales que usualmente contienen tales bebidas. Dichos estimulantes incluyen cafeína, taurina, guaraná, ginseng y extracto de cardo mariano.

Después de beberlas, los investigadores midieron la presión arterial y los niveles de norepinefrina de los participantes, haciéndolo antes de y 30 minutos después de haber consumido la bebida.

La norepinefrina es una hormona que el cuerpo secreta como respuesta al estrés, la cual incrementa la presión sanguínea y la capacidad del corazón para contraerse, aumentando también la excitación y el estado de alerta en el cerebro. Por lo anterior puede causar varios cambios en el cuerpo, incluyendo aumento en la respiración y en el ritmo cardiaco.

En el estudio, no solo aumentó la presión arterial de los participantes tras haber consumido la bebida energética, sino que además sus niveles de norepinefrina dieron un salto del 74%, más del doble que el aumento promedio del 30 por ciento en la hormona experimentado por los mismos participantes cuando consumieron la bebida placebo.

Con estos resultados, los investigadores afirman que el consumo de bebidas energéticas podría predisponer a los adultos jóvenes sin ningún otro problema de salud a un riesgo cardiovascular elevado, al desencadenar arritmias y un flujo de sangre inadecuado al corazón.

Los hallazgos fueron presentados en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón en Orlando, Florida, EU y se publicaron simultáneamente en la revista Journal of the American Medical Association.

 

Vía: HealthDay News