Todos los niños se vuelven agresivos de vez en cuando. ¿Pero tu hijo es propenso a estallar durante mucho tiempo o con frecuencia? Si es así, puede ser hora de ver a un pediatra, así lo señala la Academia Americana de Pediatría (AAP).

Brindarle a tu hijo una vida hogareña estable, cálida y segura con una disciplina firme pero cariñosa es la mejor manera de prevenir el comportamiento agresivo, indica la academia.

Sin embargo, a veces eso no es suficiente. Por ello, la AAP dice que debes buscar la ayuda de un pediatra si tu hijo:

  1. Causa marcas de dientes, hematomas o lesiones en la cabeza de un niño u otras personas.
  2. Te ataca a ti o a otros adultos.
  3. Es enviado(a) a casa o los vecinos o la escuela de tu niño le prohíben el juego.
  4. Causa miedo por la seguridad del niño o la seguridad de los demás.

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La agresión en los niños puede ser un síntoma de muchos problemas subyacentes distintos. Es algo muy cambiante, una característica común para cualquier cantidad de diferentes condiciones psiquiátricas, problemas médicos y circunstancias de la vida. Y así, en la esencia misma del tratamiento de la agresión, lo primero que se debe hacer es descubrir qué es lo que la está impulsando.

Acérquense con el pediatra del niño si surge este comportamiento, pues él debe evaluar primero al menor para saber si es necesario o no referirlos con un profesional de la salud mental.

 

Vía: Health Day News / Child Mind Institute