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percepción-obesidadLa obesidad no es sólo un problema de estética, es realmente un problema de salud, cuyo origen en la mayoría de los casos tiene que ver con la percepción de la enfermedad, las emociones de la persona que la padece, y por supuesto, con el sedentarismo y los alimentos que se consumen.

La percepción y las emociones que se tienen al respecto de la obesidad pueden representar una oportunidad para tratar la enfermedad, o pueden ser barreras para aceptar que se trata de un problema de salud. En algunas regiones del país todavía existe la idea de que un niño llenito es un niño sano, pero esto no es así. Una nutrición adecuada en las primeras etapas de la vida, seguida de actividad física, puede ayudar a prevenir el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad. Y, por el contrario, una mala nutrición en los primeros años, afecta el resto de la vida de esa persona.

Es necesario desmitificar la idea de que los bebés que nacen con sobrepeso son sanos. Hay evidencia de que, en particular, los adolescentes con obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria y alteraciones emocionales como depresión y ansiedad.

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Un niño llenito tiene más posibilidades de convertirse en un adulto con obesidad y desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, hipertensión, e incluso algunos tipos de cáncer. Enfermedades prevenibles en la mayoría de los casos, que se empezaron a desarrollar desde la infancia.

 

¡Cuidado!

En el tratamiento de la obesidad o sobrepeso, se tienen que hacer grandes esfuerzos psicoeducativos. Es decir, es necesario estar bien informados del tratamiento de la obesidad para evitar caer en tratamientos que causen daño. Muchas personas son el blanco de propuestas “mágicas” que incluyen la toma de compuestos que no han sido evaluados por las autoridades de salud y que con frecuencia se promueven asegurando que su “origen natural”, al tratarse de infusiones y hierbas poco procesadas, las hace seguras. Esto dista mucho de ser verdad, sin que se disponga de estudios controlados como los disponibles para los fármacos aprobados. Las observaciones de los grupos de expertos sin conflicto de interés y su compromiso académico, muestran que no son ni eficaces, ni seguros.

 

¿Cómo saber si es obesidad?

Comúnmente, existe una medición que se conoce como Índice de Masa Corporal (IMC), que indica la relación que existe entre el peso que se tiene con la estatura de la persona. Cuando el IMC se encuentra arriba de 25 kg/m2, se clasifica como sobrepeso. Cuando se encuentra arriba de 30 kg/m2, se clasifica como obesidad.
Sin embargo, una manera más exacta para medir la obesidad, es conociendo el porcentaje de grasa corporal.

 

Emociones y percepciones de la obesidad

Las emociones que se tengan al elegir el tipo y la cantidad de alimentos son piezas clave para el mantenimiento del peso, ya sea para tener un peso saludable o para desarrollar obesidad.

Si bien la obesidad es un problema de salud, actualmente los estereotipos del cuerpo ideal para hombres y mujeres han cambiado, pues cada vez aparecen más modelos delgados. Parece haber un culto a la delgadez que motiva que algunos individuos, generalmente mujeres jóvenes, aunque últimamente cada vez más varones, se empeñen en tener un IMC en los límites bajos o aún por debajo de ellos, cuando su genética es de un individuo con un IMC normal o alto. Esto los lleva a seguir dietas de manera obsesiva pero insostenible y, en algunos casos, a ir desarrollando alteraciones en la conducta alimentaria, particularmente del tipo de bulimia y el trastorno por atracón (comer mucha comida en poco tiempo). Algunas de estas personas, finalmente, desarrollan sobrepeso e incluso obesidad.

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La educación y actitud que se tengan acerca de la obesidad son la pieza fundamental para el tratamiento de la misma. Y los hábitos saludables que se desarrollen desde la infancia son el reflejo de los hábitos de los padres. Por eso, es necesario estar bien informado para tomar decisiones responsables del autocuidado de la salud, así como aceptar que cada persona tiene la posibilidad de cambiar su destino en el momento que lo decida.

 

Vía:
Cuadernos de nutrición. 2014. Obesidad en la edad pediátrica. No.5 (37) Pp. 170.
-Cuadernos de nutrición. 2011. El tratamiento de la obesidad. Una responsabilidad compartida. No. 34 (1) Pp: 030