estresLa Organización Mundial del Trabajo (OIT, por sus siglas en inglés) calcula que cerca de 12 millones de personas en el mundo padecen mobbing (acoso laboral), en Europa ya se le ha catalogado como riesgo laboral, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el mobbing habría llegado a ser pandemia por ser la causa de varios suicidos.

La estudiante de posgrado de Administración de Organizaciones de la UNAM, Gabriela Zuñiga estimó que en algún momento de la vida laboral todos los trabajadores han padecido mobbing: “Por nuestra cultura, nos parece normal que alguien sea molestado en la escuela, oficina y hasta en la familia”.

El término fue acuñado por el doctor en Psicología del Trabajo Heinz Leymann, sin embargo fue el etólogo Konrand Lorenz quien analizó el comportamiento por primera vez al experimentar con aves que al observarlas vio que estás se juntaban para atacar a un solo individuo.

En un principio Leymann catalogaba el acoso laboral como bullying, pero se convenció de que era diferente cuando encontró que a diferencia del acoso escolar, el mobbing es bastante más psicológico que físico.

Los expertos aseguran que el mobbing existe cuando un grupo tiene actitudes hostiles en contra de un compañero con el objetivo de aislarlo. El perfil de la víctima es por lo general el de una persona inteligente, disciplinada y lista y por lo tanto es vista como una amenaza por los atacantes.

El victimario ejerce una violencia psicológica extrema de forma recurrente que se caracteriza por entorpecer labores, desacreditar a la víctima y destruir redes de comunicación, esto con el fin de obligarle a renunciar.

El acoso debe ser constante y debe darse “mínimo una vez a la semana y por lo menos durante seis meses”, subraya Zúñiga quien realiza su tesis de maestría sobre el mobbing.

Leymann definió tres tipos de mobbing: ascendente, es decir cuando el subordinado es el acosador y el jefe es la víctima (sumamente raro); horizontal, este es entre compañeros (el más frecuente y el de mayor fuerza psicológica; y el descendente que es del jefe al subordinado (también se le llama bossing).

Zúñiga apuntó que en la actualidad no hay estudios que demuestren en nuestro país como afecta el mobbing a las empresas e instituciones, esto es por lo que usualmente el tema no es atendido.

La especialista recomendó que lo primero que deben hacer las empresas sobre el mobbing es conocer el tema, después detectar otros casos dentro de su organización para más tarde establecer diversos planes de acción de intervención entre víctima y victimario para más tarde diseñar protocolos de intervención.

En caso de pensar que se sufre mobbing lo más importante es no decaer y buscar ayuda profesional para resolver el problema.

 

Vía: Universidad Nacional Autónoma de México.