La inflamación en las extremidades, mejor conocida como linfedema, tiene su origen en la acumulación de líquido linfático justo debajo de la piel —tejidos adiposos—, lo que genera hinchazón en brazos y piernas. Según expertos, se trata de una afección que debe ser tratada de manera oportuna, con el fin de evitar que afecte la calidad de vida.

Algunas causas son las cirugías, las infecciones, la radioterapia y las enfermedades parasitarias. En el marco del Día Mundial de Concientización del Linfedema, expertos remarcan la importancia de crear conciencia para que, ante los primeros síntomas, se acuda de inmediato al médico. Algunas señales son:

  1. Aumento de volumen.
  2. Dolor.
  3. Tensión y pesadez.

Para sanar el linfedema, es esencial acudir a tiempo a alguna terapia durante las primeras semanas o meses del postoperatorio —si el problema tiene como origen una cirugía—. Es importante hacerlo a tiempo, si la afección se vuelve crónica será de difícil solución.

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Recomendaciones

Especialistas de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) recomiendan realizar ejercicios simples de estiramiento, así como recurrir a vendajes especiales, masajes o ropa de compresión.

La prevención del linfedema requiere una serie de cuidados diarios. Es importante evitar, en lo posible, todo aquello que obstruya o dificulte la circulación de las extremidades. Además, un diagnóstico precoz es la mejor manera de impedir su evolución.

Si notas los síntomas en tu cuerpo, visita a un especialista. No esperes a que el problema avance, infórmate y recupera tu bienestar.

 

Vía: Notimex