Un nuevo estudio sugiere que los niños que han tenido una conmoción cerebral (llamada concusión o traumatismo craneoencefálico leve en medicina) deben someterse a exámenes minuciosos de la vista, a fin de evaluar si están listos para volver a clases.

Recordemos que una conmoción cerebral se refiere a la pérdida inmediata de conciencia acompañada de un período corto de amnesia. Su mecanismo surge después de un impacto (golpe fuerte) directo en la cabeza, moviendo la masa cerebral dentro del cráneo hacia adelante y hacia atrás.

Según los investigadores, examinar la vista tras una concusión es especialmente importante para los niños que tienen dificultades en la escuela.

«Los niños con síntomas de visión, trastornos de la audición y dificultad para concentrarse a menudo tienen dificultades académicas después de una concusión«, destacó el doctor Mark Swanson, investigador del estudio y profesor asociado en la Universidad de Alabama en la Escuela Birmingham de Optometría.

«A medida que seguimos tratando de mejorar los protocolos de concusión, específicamente cuando se trata de niños, es importante que entendamos los efectos de una conmoción cerebral en la capacidad de un niño para aprender», añadió Swanson en un comunicado de prensa de la universidad.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos calculan que la tasa de lesiones cerebrales traumáticas en los niños se duplicó drásticamente entre 2001 y 2009.

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Consecuencias post-conmoción cerebral en la visión

La mayoría de los niños con conmociones cerebrales se recuperan en un lapso de entre siete y 10 días sin complicaciones, pero algunos poseen síntomas que duran más. Los niños con síntomas persistentes frecuentemente tienen problemas en la escuela, subrayaron los investigadores.

El nuevo trabajo incluyó a 276 niños con síntomas que persistieron 10 o más días después de la concusión. Tenían entre 5 y 18 años de edad.

De estos niños con síntomas persistentes, el 46 por ciento tuvo problemas de la vista como visión borrosa. Los problemas académicos se reportaron en un 29 por ciento, según el estudio.

«Para ir un paso adelante, los médicos que tratan pacientes con concusión deben considerar el daño hecho al cerebro», enfatizó Swanson, señalando que también deberían considerar «cuánto tiempo esto afectará la progresión y el aprendizaje de un niño».

El experto agregó que los problemas de visión a menudo se pasan por alto, siendo una condición que requiere ser comprobada después de una conmoción cerebral, y debe prescribirse un tratamiento de rehabilitación cuando sea apropiado.

El estudio aparece en la edición de enero de la revista Optometry and Vision Science Journal.

 

Vía: Health Library