La radiografía del tracto gastrointestinal superior (o GI superior) es una técnica de exploración que utiliza una forma de rayos X en tiempo real llamada fluoroscopia, así como un material de contraste a base de bario para producir imágenes del esófago, el estómago y el intestino delgado. Es segura, no invasiva y puede utilizarse para ayudar a diagnosticar con precisión el dolor, el reflujo ácido, la sangre en las heces y otros síntomas relacionados con problemas en el GI superior.

Además de beber bario, algunos pacientes también reciben cristales de bicarbonato de sodio para mejorar todavía más las imágenes. Dicho procedimiento se denomina radiografía del GI superior con contraste de aire o contraste doble.

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A veces, algunos pacientes reciben otros medios de contraste por vía oral, que suelen contener yodo. Tales materiales de contraste alternativos pueden utilizarse si el paciente se sometió recientemente a una cirugía en el tracto gastrointestinal o padece alergias a otros materiales de contraste. El médico radiólogo determinará qué tipo de material es el indicado.

Asimismo, te indicará cómo prepararte. En concreto, tu estómago debe estar vacío, por lo que es probable que te diga que no comas ni bebas nada (esto abarca los medicamentos orales) ni que mastiques chicle después de la medianoche de la noche anterior. Infórmale a tu doctor si existe la posibilidad de que estés embarazada y discute cualquier enfermedad reciente, condiciones médicas, medicamentos que estés tomando y alergias, particularmente a los materiales de contraste. Deje las joyas en casa y usa ropa holgada y cómoda. Tal vez te pidan que te pongas una bata.

 

Fuente: RadiologyInfo.org