La vasculitis es una inflamación de los vasos sanguíneos. Esta se presenta cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca a los vasos sanguíneos por error. También puede tener lugar debido a una infección, un medicamento u otra enfermedad. Generalmente, se desconoce la causa.

La vasculitis puede afectar las arterias, las venas y los capilares. Recordemos que las arterias son vasos que transportan sangre desde el corazón hasta los órganos del cuerpo. Las venas son los vasos que llevan la sangre de vuelta al corazón. Los capilares son pequeños vasos sanguíneos que conectan las pequeñas arterias y venas.

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Cuando un vaso sanguíneo se inflama, puede ocurrir lo siguiente:

  1. Se hace más estrecho, lo que dificulta el paso de la sangre.
  2. Se cierra por completo para que la sangre no pueda pasar.
  3. Se estira y se debilita tanto que se abulta. El bulto recibe el nombre de aneurisma. Si revienta, puede ocasionar un sangrado peligroso dentro del cuerpo.

Los síntomas de la vasculitis pueden variar, pero suelen incluir fiebre, hinchazón y una sensación general de malestar. El objetivo principal del tratamiento es detener la inflamación. Los esteroides y otros medicamentos para detener la inflamación suelen ser útiles.

Si tienes más dudas sobre la vasculitis, consulta a tu médico.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine