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contaminacionEs sabido que la contaminación tiene tintes mortales para la salud, al causar enfermedades cardiovasculares, respiratorias e, incluso, cáncer.

De acuerdo con un nuevo estudio de la Universidad Brigham Young, en E.U., no sólo existe un vínculo entre los altos niveles de ozono y los males del corazón, si no que hay un riesgo extensible para toda la población, incluidos los jóvenes con buena salud.

«Nuestros resultados sugieren que vivir en un entorno contaminado podría promover el desarrollo de hipertensión arterial, cardiopatías y accidentes cardiovasculares de una forma más acusada y a edades más tempranas de lo que hasta ahora creíamos», señaló Aruni Nhatnagar, co-autor de la investigación.

Durante el estudio, se tomaron muestras de sangre de 72 adultos sanos y no fumadores, con una edad promedio de 23 años. El fin fue analizar la relación entre la exposición a la contaminación atmosférica y la presencia de marcadores sanguíneos de enfermedad cardiovascular.

Los resultados mostraron:

  • Aumento de los marcadores de enfermedad cardiovascular en la sangre.
  • Concentraciones elevadas de micropartículas relacionadas a la presencia de daño y muerte celular.

“Sabíamos desde hace mucho tiempo que la contaminación atmosférica puede provocar infartos de miocardio e ictus en la población de alto riesgo. Sin embargo, el hallazgo de que también puede afectar incluso a los individuos aparentemente sanos sugiere que el aumento de la contaminación debe constituir una preocupación para todos, no sólo para aquellas personas enfermas o con una edad avanzada”, señaló.

Conoce más: Contaminación afecta a 92% de la población mundial: OMS

Recomendaciones

  1. Evita hacer ejercicio al aire libre durante épocas de contingencia —sin dejar de lado la actividad física—.
  2. Mantén tus ventanas cerradas, y recurre a un purificador de aire.
  3. Utiliza, en todo momento, protector solar y mantén limpia tu piel.
  4. Consume alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras.
  5. Aprende a manejar el estrés para disminuir el riesgo de males cardiovasculares.

 

Vía: ABC Salud/ OMS